Ser princesa no es ninguna profesión…
Haced la prueba: Coged cualquiera de los catálogos de juguetes que, por estas fechas llegan a nuestras manos, o visitad cualquier juguetería o sección infantil de unos grandes almacenes. Seguramente os daréis cuenta que una marea rosa y violeta inunda vuestras retinas.
Siempre me he preguntado por qué todo lo referente a menores de 12 años de sexo femenino es de color rosa, en toda su gama de tonalidades, mezclado con violetas y cargado de purpurina hortera (eso es lo peor). Esta tendencia poco elegante no sólo es palpable en los juguetes sinó que se extiende en zapatos, prendas deportivas, material de papeleria, maletas, accesorios… Me di cuenta de esto cuando, el año pasado, mi pequeño sobrino de 4 años me pidió para su cumpleaños un cochecito para pasear a su oso. Tuve que recorrerme varias jugueterias para encontrar uno de un color medio-normal.
No puedo comprender, señores de marketing de grandes corporaciones jugueteras, por qué se empeñan en “princesizar” a las pobres criaturas y he descubierto que alguién más parece darse cuenta de ello. El programa infantil “Sesame Street” ha invitado a la juez del Tribunal Supremo estadounidense Sonia Sotomayor quién protagoniza un divertido diálogo con uno de los personajes para enseñarles el significado de la palabra “carrera”.
– “Una carrera es un trabajo para el que te preparas y que planeas hacer durante mucho tiempo”, dice Sotomayor a un teleñeco rosa cursi llamado Abby. – “Yo quiero una carrera como princesa”, le contesta Abby. “Jugar a princesas es divertido –le aclara la juez– pero no es una carrera. Puedes estudiar y prepararte para ser profesora, abogada, doctora, ingeniera o hasta científica”.
Tomen nota señores de Mattel, tomen nota…