Regreso al futuro
Desenterrando viejos álbumes de fotos, uno se da cuenta de lo mucho que ha vivido, de cuánto ha cambiado y de las muchas cosas que ha dejado atrás. Aún así, cuando me veo en las fotos amarilleadas por el paso del tiempo siempre reconozco una marca imperturbable de mi misma que conservo indeleble por muchos años que pasen. No sabría explicarlo, pero hay rasgos que jamás se borran y miradas que no cambian.
Sin duda, las redes sociales han facilitado que haya retomado el contacto con compañeras de colegio a quiénes mi mente había archivado con imágenes catalogadas como “niñas de 8 años”. Cuando miro alguna imagen actual (rozando los 40) me parece increíble que sean como eran y que, en algunos casos, sus hijos son una fiel copia de la imagen que yo guardaba en mi retina.
Una fotógrafa argentina llamada Irina Werning ha conseguido demostrar que la esencia de los seres humanos nunca cambia. Con una cámara actual, mucho trabajo de atrezzo y vestuario así como la ayuda de algunos retoques informáticos que imitan las ópticas y revelados de los equipos de los 70’s, consigue que algunos afortunados “retornen al futuro”.
El resultado es, cuanto menos, curioso.