En verano, siempre será verano

Un año más empiezan el verano y las vacaciones. El tiempo para uno mismo, para las charlas, para escapar de la rutina, para caminar descalzo sobre la arena, para visitar ciudades lejanas o para holgazanear. Tiempo para alargar los horarios o para abandonar el reloj y saborear cada momento del día y de las noches eternas.

Este verano huiré de frases como “con la que está cayendo” y me evadiré lejos. Quizás no sea el mejor momento para viajar a tierras remotas o para visitar hoteles maravillosos pero, ¡qué más da!

Personalmente, solo necesito estar cerca de mi familia y amigos, una tortilla de patatas, un té helado y un buen libro.

Ahí van dos recomendaciones literarias para este verano:

LA VIDA DESPUÉS (Planeta 2011) de Marta Rivera de la Cruz. Un libro ameno y fácil que narra la historia de Victoria, una chica de treintaytantos que vive en Nueva York: da clase en la universidad, tiene un marido rico y un impresionante ático. Cuando recibe la noticia de la muerte de Jan, su mejor amigo, regresa a Madrid para asistir al funeral. Allí se encontrará con Chloe, antiguo amor de Jan; con su hija, la rebelde Solange; con Marga, su esposa; con su suegra, Shirley… Cuatro mujeres que nunca creyeron que su amistad con Jan fuese del todo sincera.

DIME QUIEN SOY (Plaza & Janés) de Julia Navarro. Una historia intrigante con pinceladas históricas. Un periodista recibe una propuesta para investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, de la que lo único que saben es que huyó de España antes de que comenzara la guerra civil, abandonando a su marido y a su hijo. Se verá así obligado a bucear en el pasado, reconstruyendo la vida de Amelia desde sus comienzos.